miércoles, 5 de febrero de 2014

Ir contra la corriente: No creo que sea un llamado al miedo, sino al coraje.



Llevo días pensando en esto y realmente me parece triste como la humanidad se derrumba cada vez más. Como el mundo mismo se hunde y deja por un lado el amor y la hermandad, los valores que algún día se aprendieron en casa y que sobretodo, eran importantes.


Quizás la manera más significativa y valiente es aferrarnos a los valores que un día nos enseñaron nuestros papás. Aferrarnos a Dios principalmente y a las cosas buenas que encontramos solamente en Él. No existe forma alguna en que el mundo pare a preguntarte si te gusta como funciona o si te gusta como piensa. Y la única manera de hacer la diferencia, es ser alguien diferente.

Esto me vino a la mente porque me impresiona como Hollywood y los medios afectan a la juventud, a niños y adultos. Como han afectado desde la manera en hablar, hasta la manera de actuar.

El ser diferente tal vez ha sido malinterpretado por muchas personas. Unos creen que el ser diferente es rebelarse, que el ser diferente es hacerse un tatuaje, leer libros, tener sexo antes del matrimonio, en fin... muchas cosas, pero para mí, el ser diferente implica el valor de no aceptar ciertas actitudes y corrientes que me venden popularidad y seguir una vida en humildad. La fama se le ha subido a la cabeza no sólo a los artistas, sino a las personas comunes y corrientes que hoy en día escuchan música y ven películas.




La gente está siendo hipnotizada y se ha acomodado a lo largo del tiempo a pensar que todo lo que ocurre y la manera en cómo actúan ciertas personas o celebridades es normal. Gente que prefiere la fama sobre su alma la cual es más valiosa que un cheque con muchos ceros o casas grandes donde tal vez viven sin compañía. Personas que prefieren un millón de visitas en youtube que una cena familiar.


En fin, creo que es un llamado para los jóvenes a estar atentos y aprovecharnos de esta situación donde artistas han vendido su alma y quizás su espacio en el Paraíso para vivir una vida de riqueza y fama. Aprovecharnos en el sentido de tener una fe, fuerza de voluntad y entrega a Dios más grande y fuerte que nunca. Tenemos que ir contra la corriente para ser personas distintas... pecadores pero arrepentidos y redimidos por la sangre de Cristo.

Las cosas materiales, Hollywood, la fama, el dinero no pueden dominarnos. Necesitamos la violencia, pero la violencia en contra de nuestro propio deseo de pecar o caer en caminos incorrectos y oscuros. 

Vale más la pena vivir una vida en humildad, donde el premio va a ser mucho más grande y valioso sólo por el hecho de estar con Dios algún día, que una vida de riqueza y fama donde quizás tengas un final miserable. Como cristianos creo que todos juntos deberíamos de ser luz en la oscuridad y sal en la tierra.

No hay que tener miedo a ser diferentes y a seguir el camino de la Verdad porque recuerden: Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)

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